El Puerto de La Luz, en Las Palmas de Gran Canaria, alberga una de las infraestructuras logísticas clave del archipiélago: la nave de Atlansea Transportes Portuarios S.L., construida en 1993 a escasos 20 metros del mar. Tras décadas expuesta a un entorno altamente agresivo, la cubierta metálica grecada, de más de 6.000 m², requería una intervención con garantías. JUNO Industrial ha sido la elección técnica para renovar este espacio con un sistema de alta resistencia formulado específicamente para atmósferas marinas severas.
Un entorno marino que exige lo mejor
Tras un análisis técnico del estado de la superficie, se ejecutó una limpieza exhaustiva con agua a presión para eliminar restos de salitre, suciedad y partes sueltas del soporte. En zonas localizadas con presencia de óxido o reparaciones, se aplicó:
- Imprimación DYNAPOK FOSFATO DE ZINC 2/C: una base epoxi anticorrosiva pigmentada con fosfato de zinc, diseñada para garantizar adherencia y protección sobre superficies metálicas.
- Acabado con POXENAMEL HB 2/C: un esmalte de poliuretano de altos sólidos y resistencia, también pigmentado con fosfato de zinc, que ofrece excelente cubrición, adherencia y comportamiento frente a agentes climáticos agresivos.
El espesor final del sistema aplicado osciló entre las 140 y 200 micras secas, con aplicación mediante pistola airless, asegurando un acabado uniforme y técnicamente controlado.
¿Por qué elegir soluciones industriales certificadas?
El sistema propuesto por JUNO Industrial está certificado conforme a la norma UNE EN ISO 12944, que establece los requisitos técnicos para la protección anticorrosiva de estructuras de acero mediante sistemas de pintura, en este caso para ambientes de corrosividad C5 alta. Esta clasificación corresponde a los entornos más exigentes: zonas industriales o costeras con alta humedad y contaminación.
Sin embargo, para alcanzar la certificación completa como sistema C5, es indispensable cumplir con todos los requisitos normativos, incluida la preparación de superficie mediante chorreado abrasivo hasta grado Sa 2½, tal como define la norma ISO 8501-1.
La importancia de preparar el soporte para cumplir con la Norma ISO
Al hablar de sistemas de protección anticorrosiva certificados, es importante destacar que la preparación del soporte es un paso determinante para lograr los máximos niveles de rendimiento y durabilidad. En estructuras metálicas, el chorreado abrasivo hasta grado Sa 2½, según la norma ISO 8501-1, es el método más eficaz para asegurar una superficie perfectamente preparada para recibir sistemas anticorrosivos conforme a los estándares C5. La inversión en una preparación técnica adecuada no solo mejora el anclaje y comportamiento del sistema, sino que también es esencial cuando se busca certificar oficialmente la protección aplicada bajo la norma ISO 12944.